8 oct 2011

CUENTOS PARA LEER EN EL METRO


X-MEN
Después de tres horas junto al mar, tratando en vano de comunicarse telepáticamente con ella, él juro jamás volver a creer en tonterías. Así que decidió ir a verla a su casa, donde la encontró murmurando acerca de no sé qué olas y qué gaviotas.


No hay comentarios: