Con respecto a los haitianos, los intelectuales y activistas sociales dominicanos se dividen en dos: xenófobos insensibles que reclaman sus cabezas, e irresponsables de buen corazón, que confunden la cursilería con la solidaridad: dos formas diferentes de avergonzar a nuestra nación.
1 comentario:
Publicar un comentario